La salida de otoño de 2011 de Diane von Furstenberg se abrió con una ola carmesí de modelos que lucieron una fuerte combinación de vestidos y prendas separadas en rojo y negro. Como siempre, Furstenberg mostró su trabajo de estampado característico con diseños divertidos que se encuentran en monos y vestidos cruzados. El final terminó con una explosión, con vestidos ceñidos con lentejuelas.